Durante un acto conmemorativo de la policía, al que asisten Laura y sus compañeros, una joven y guapísima asistente, Amanda del Valle, muere de una manera que constituye un auténtico enigma sin solución: es apuñalada en un ascensor en marcha, sin que éste se haya parado un solo momento para que el asesino tuviera tiempo de escapar. Cuando la policía comience a investigar, descubrirá que la víctima trabajaba para un servicio de inteligencia dependiente del Ministerio del Interior, el CNV. Y que las implicaciones del asesinato llegan mucho más allá de lo que Laura podía haber imaginado ya que terminarán implicando a la persona que menos cabía imaginar.
Mientras, y para su desgracia, Laura no puede dejar de sentirse atraída por David, el novio de su hermana. Y así mismo, tampoco puede evitar molestarse al ver que Isabel, la nueva pareja de Jacobo, se comporte con los gemelos como si fuera su madre.