Laura y su familia deciden ir a pasar un fin de semana en una casa de campo rodeada de viñedos, en la Rioja. Lo que prometía ser un idílico fin de semana se transforma en una pesadilla cuando uno de los huéspedes de la casa rural donde se alojan aparece asesinado. Para empeorar las cosas, unas fuertes lluvias aislan la casa, dejando a todos los huéspedes a merced del asesino. Laura contará con un aliado sorpresa en sus investigaciones: la policía del pueblo, la Agente Ortega conseguirá llegar a la casa y ayudará a Laura a descubrir al criminal, aunque por el camino también descubrirán que en ese pequeño hotel, todos tiene algo que ocultar