Imagina que un día la policía aparece en tu casa y te acusa de ser culpable de una serie de brutales asesinatos. Sabes que eres inocente; tu pareja, tu familia y tus amigos creen que es un error tremendo. Pero, paso a paso, la evidencia comienza a acumularse en su contra. Y todo el mundo empieza a dudar de ti. Incluso a ti mismo.