Madrid y Plasencia son los escenarios en los que transcurren las peripecias de los Jiménez en su última y definitiva aventura televisiva: Rebeca dice que se casa y no precisamente con mucho margen de maniobra. Lo hará con Jose, el padre de su hijo, con el que finalmente se reconcilió, y en solo tres semanas. A lo ya de por sí complicado de preparar un evento de esta dimensión, se une la dificultad de hacerlo en tiempo récord.