Presionada por su padre, Don Clemente, Lorna Madrigal se compromete en matrimonio con Iván Lavarta, un prestigioso psicólogo con quien se une sólo por gratitud, ya que cuando niños él la salvó de un incendio en el que murió la madre de Lorna, Bernardina Del Castillo. Pese al compromiso moral, el día de la boda decide no casarse con Iván.
Este hecho descubre las verdaderas intenciones de Iván quien, bajo la apariencia de ser un hombre centrado y seguro, esconde las pasiones enfermizas de un psicópata incapaz de controlar su agresividad bajo los efectos del alcohol. En la vida de Lorna aparece el arquitecto Manuel de la Riva, un hombre casado que vive un infierno al lado de su esposa Betsy Corcuera, una mujer neurótica y enfermiza que acude al consultorio de Iván para someterse a terapia.