La investigación de Julio acerca de la muerte de su hermana Cristina da un vuelco tras un grave incidente. Ayudado por Alicia, el joven tendrá que revisar sus pertenencias en busca de una prueba que le guíe hasta el asesino.
Mientras, Ayala está convencido de que Pascual es el asesino, por lo que permite que Javier salga de la cárcel y regrese al hotel. El joven Alarcón ha conseguido librarse una vez más de sus problemas, pero la tranquilidad no dura mucho.
A Sofía y Alfredo también se le tuercen las cosas. El marqués quiere organizar una cacería en el hotel para reunir a los grandes aristócratas. Pero Diego no está dispuesto a que Alfredo se lleve ningún tipo de mérito.