En la quinta avenida se dio el secuestro del hijo y la esposa del director de la DEA y uno de los secuestradores le informó a El Capo que el intercambio se daría en un lugar solitario.
Cuando todos llegaron al lugar, la mujer y su hijo fueron liberados pero inmediatamente se desató una lluvia de balas.
Así mismo, al lugar llegó Asimov, Niño Malo y un ejército de sicarios rusos y mexicanos, pues querían saber quienes eran los que estaban perjudicando su nombre.